Magna Roma es un juego de Rol interpretativo que se ambienta en un futuro ficticio y lejano, en donde la sociedad está concentrada en unas pocas comunidades y vive bajo la opresión de un régimen tiránico y autoritario. La historia se centra en la existencia de dos bandos: primero están los romanos, quienes son fieles a su emperador o simplemente viven bajo el alero del Imperio. Roma y algunas de sus provincias son los únicos lugares gloriosos y majestuosos, que están en la cúspide en tecnología combinada con la más refinada arquitectura clásica. En segunda instancia se encuentran los Germani, férreos opositores al régimen del Emperador Cómodo y que viven dispersos en los Limes en las más precarias condiciones, pero su avance en armamento bélico y defensivo es admirable. Los romanos miran a los Germani como un montón desgraciado de terroristas, mientras que los Germani ven en Roma la privación de toda libertad. Existe un desdichado tercer grupo, que son los Foráneos, seres que viven más allá de lo conocido por Roma, han edificado y reconstruido ciudades de la antigüedad, según se dice, han creado su propia utopía o quizás simplemente se han entregado a la naturaleza.
En este mundo se conjuga la historia con la ciencia ficción, las artes con las ciencias y dos realidades sociales tan distintas que no parecen compartir el mismo cielo. Existen aquí distintas razas que el usuario puede elegir para interpretar y desenvolverse en el mundo, pero como existen diferencias raciales, también existen ideológicas. Ahora, existen diversas clasificaciones de seres que se tiene que considerar para desenvolverse correctamente en la realidad del 130 después de Marco Aurelio:
Humanos: Todos conocen a estas criaturas, pioneros en el progreso, pero hoy este no es patrimonio solo de ellos. Entre sí ya existen diversas variedades raciales. Generalmente prefieren pertenecer al imperio y sus Municipes., pues este busca exaltar la supuesta perfección humana y solo ellos son considerados personas en este. Aunque, también se encuentran en cantidades muy pequeñas con los Germani, pero constan solo de los pobres exiliados.
Androides: Imponentes titanes mecánicos o astutos saboteadores informáticos, seres programados por un objetivo y equipados con inteligencia artificial. Muchos de ellos parecerán un aparato tecnológico como habrá quienes se verán tal como un ser humano. Si bien de tener emociones estas son producto de un cálculo de su sistema operativo, no implica que ellos las sientas menos reales. El imperio suele usarlos como espías y en misiones peligrosas donde no quieren arriesgar a sus soldados, como sea son meros objetos. Algunos cuyo avance en su programación es muy elevado suelen unirse a los Germani al generar el “libre albedrio”, lo que el imperio considera un mero virus.
Cyborg: A diferencia de los Androides, estos fueron una vez humanos, pero por diversas razones han remplazado sus funciones fisiológicas normales por máquinas y aparatos tecnológicos, algunos de ellos han perdido todo rasgo que lo pueda identificar como personas como los hay los que solo han modificado alguna extremidad o habilidad. A pesar de todo siempre conservan rasgos de su naturaleza humana como órganos fundamentales, pensamiento abstracto y emociones. El imperio los considera abominaciones, no son personas y no merecen tal trato, por lo que solo existen entre los Germani y los exiliados.
Zoomorfos: Abominaciones genéticas o producto de la decadencia moral humana, nacen de la cruza entre un humano y un animal, lo que el imperio considera sodomía, otros son creados experimentalmente en laboratorio. Como sea son por híbridos entre humano y animal, presentan funciones y rasgos combinados con animales. El imperio no los soporta, su existencia es simplemente asquerosa, por lo que fueron confinados al exilio, por lo que suelen identificarse con grupos foráneos.
En este mundo se conjuga la historia con la ciencia ficción, las artes con las ciencias y dos realidades sociales tan distintas que no parecen compartir el mismo cielo. Existen aquí distintas razas que el usuario puede elegir para interpretar y desenvolverse en el mundo, pero como existen diferencias raciales, también existen ideológicas. Ahora, existen diversas clasificaciones de seres que se tiene que considerar para desenvolverse correctamente en la realidad del 130 después de Marco Aurelio:
Humanos: Todos conocen a estas criaturas, pioneros en el progreso, pero hoy este no es patrimonio solo de ellos. Entre sí ya existen diversas variedades raciales. Generalmente prefieren pertenecer al imperio y sus Municipes., pues este busca exaltar la supuesta perfección humana y solo ellos son considerados personas en este. Aunque, también se encuentran en cantidades muy pequeñas con los Germani, pero constan solo de los pobres exiliados. Androides: Imponentes titanes mecánicos o astutos saboteadores informáticos, seres programados por un objetivo y equipados con inteligencia artificial. Muchos de ellos parecerán un aparato tecnológico como habrá quienes se verán tal como un ser humano. Si bien de tener emociones estas son producto de un cálculo de su sistema operativo, no implica que ellos las sientas menos reales. El imperio suele usarlos como espías y en misiones peligrosas donde no quieren arriesgar a sus soldados, como sea son meros objetos. Algunos cuyo avance en su programación es muy elevado suelen unirse a los Germani al generar el “libre albedrio”, lo que el imperio considera un mero virus. Cyborg: A diferencia de los Androides, estos fueron una vez humanos, pero por diversas razones han remplazado sus funciones fisiológicas normales por máquinas y aparatos tecnológicos, algunos de ellos han perdido todo rasgo que lo pueda identificar como personas como los hay los que solo han modificado alguna extremidad o habilidad. A pesar de todo siempre conservan rasgos de su naturaleza humana como órganos fundamentales, pensamiento abstracto y emociones. El imperio los considera abominaciones, no son personas y no merecen tal trato, por lo que solo existen entre los Germani y los exiliados. Zoomorfos: Abominaciones genéticas o producto de la decadencia moral humana, nacen de la cruza entre un humano y un animal, lo que el imperio considera sodomía, otros son creados experimentalmente en laboratorio. Como sea son por híbridos entre humano y animal, presentan funciones y rasgos combinados con animales. El imperio no los soporta, su existencia es simplemente asquerosa, por lo que fueron confinados al exilio, por lo que suelen identificarse con grupos foráneos.